La piedra natural es uno de los materiales de construcción más antiguos del mundo. Sus propiedades positivas ya se apreciaban hace miles de años. Ya sea para el diseño de interiores o para el uso en exteriores, hay muchos factores favorables al uso de este material inimitable.
La piedra es un producto natural que se formó a lo largo de millones de años. Los tipos de piedra más antiguos tienen una historia de hasta 3.800 millones de años.
Cada tabla de piedra natural es única, como una obra de arte hecha por la naturaleza. Realza la individualidad personal de la persona que la posee.
Tenemos la posibilidad de ofrecer diversos acabados de superficie, lo que hace que el material sea aún más versátil en cuanto a color y textura. Acabados como: pulido, satinado, flameado, arenado y cepillado, ponen de relieve las propiedades individuales de la piedra natural. Gracias a su variedad, la piedra natural puede integrarse sin problemas en todos los estilos, ya sea moderno, rústico clásico o intemporal. La piedra natural es siempre una buena elección.
La piedra natural es extremadamente duradera. Incluso cuando un pavimento de piedra natural se desgasta por su uso, se puede volver a pulir retomando asì su aspecto inicial.
La piedra natural no es un producto estandarizado en masa. Por lo tanto, son posibles casi todos los tamaños, grosores y formas. La piedra natural es sinónimo de elegancia y clase, pudiendo combinarse maravillosamente con otros materiales como el metal, la madera y el vidrio.
La piedra natural es 100% e infinitamente reciclable. La piedra natural no es combustible, por lo tanto, es más segura que otros materiales de construcción.
Gracias a las nuevas tecnologías, cada vez se precisan menos recursos para la extracción de la piedra natural. Por ello, el precio de muchos tipos de piedra natural es competitivo con otros materiales comparables.
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